Es un hecho que las sociedades carecen de cultura científica o presentan muy poca, pero no por culpa de la sociedad. Para los profesionales de la ciencia se antojaba muy difícil salir de su zona de confort. Exponer sus descubrimientos y “rebajar” el tono de las exposiciones para hacerlas asequibles a todos los públicos suponía un esfuerzo que no muchos estaban dispuestos a asumir. La aparición de las nuevas plataformas digitales ha permitido acercar la divulgación de la ciencia, además ha hecho que no solo sea cosa de los científicos. Periodista o expertos en comunicación se han sumergido en diferentes campos de la ciencia y han comenzado a adaptar su contenido a todos los públicos. A día de hoy, cualquiera puede hacer contenido divulgativo riguroso sobre cualquier rama del conocimiento y lo puede adaptar para el común de las personas. La alfabetización científica de la población es algo posible si la sociedad quiere aprender, pero existe un problema. Es difícil saber cuándo estas accediendo a información contrastada o veraz y cuando estás accediendo a mentiras o información errónea. Después de leer el material de la asignatura, lo que he entendido como alfabetización científica del público general se me antoja difícil. Aún en un escenario donde divulgadores y científicos hagan un gran esfuerzo para acercar la ciencia a la gente, la gran cantidad de ramas de conocimiento, y lo complejas que pueden llegar a ser, hace que solo podamos acercar una noción de cada una. Incluso yo como químico, apenas puedo entender aspectos de investigaciones afines que no orbitan cerca de mi campo de especialización.
Dejando de lado que es hartamente complicado una
alfabetización completa de la sociedad, lo que sí que podemos hacer es divulgar
y promover el entendimiento de la ciencia a lo que afecta directamente a la
sociedad. Un ejemplo que ilustra esto es la investigación en misiones espaciales.
La gente sabe que se gasta mucho dinero para poner astronautas en órbita o
enviar satélites o vehículos a lunas y planetas lejanos. Es atrayente lo
desconocido del espacio, pero al final del día, para muchos también es un gasto
de dinero superfluo. Lo que muchos desconocen es que este tipo de misiones van
más allá del entendimiento de cuerpos celestes y lo que eso puede aportar para
entender nuestro planeta o el espacio. La necesidad de tener materiales que
vayan más allá para hacer más segura o confortable la misión ha llevado a
descubrimientos que han cambiado nuestra vida cotidiana: la pasta de dientes
comestible, los colchones de espuma viscolelástica, las cámaras de los móviles,
los ordenadores portátiles y la lista podría seguir, son consecuencia de la
investigación espacial. Para mí, una correcta alfabetización, y creo que es
algo que puede llevar a una mayor apreciación de la ciencia, iría ligada con la
divulgación científica que promueva un mayor conocimiento, pero acerque nuestro
trabajo a la vida diaria de los oyentes no expertos.
El caso contrario en el que la ignorancia conlleva una
actitud negativa hacia la ciencia se lleva manifestando 6 meses y vuelve a
estar de actualidad ahora. El desconocimiento y el pobre papel de los medios de
comunicación en la divulgación sobre el funcionamiento de las vacunas de ARN
mensajero contra la Covid-19, ha hecho que más gente de la que debería se
niegue a vacunarse usando las razones incorrectas. Este no es solo un problema
de desconocimiento o mala divulgación; la divulgación se hace, pero muchas
veces se deposita la confianza sobre temas, como la vacunación en, no expertos
(médicos) por el papel que tienen en la sociedad. Las voces que se tienen que oír
han de ser las de los virólogos, biólogos moleculares o bioquímicos expertos en
la materia. Es un mal común pensar que quien tiene formación afín aun tema
puede opinar sobre él. Un símil sería pensar que un albañil tiene los
conocimientos para diseñar una casa y saltarnos al arquitecto para hacerla.
Este caso demuestra cómo el hecho de acudir a fuentes erróneas o el desconocimiento
ha llevado a temer por los avances de la ciencia.
La alfabetización científica de la sociedad es un tema
que debemos de tomarnos en serio. El trabajo de los divulgadores e
investigadores es ser capaces de transmitir el conocimiento de manera rigurosa
y efectiva, y que sea accesible para todos. Además, debemos saber que es
imposible alfabetizar correctamente a todos, la sociedad actual y el acceso a
información casi ilimitada, veraz o no, lo dificulta. Tenemos acceso a lo que
queramos, donde queramos, pero muchas veces nuestras ideologías y formas de
pensar nublan la capacidad para distinguir entre falsedad y verdad y acudir a
las fuentes correctas. El hecho de tener libertad para publicar y que el
oyente/lector/observador no tenga todas las herramientas para juzgar la
veracidad de algo puede llevar a la desinformación y con ello a la ignorancia
que puede hacer que se tema a la ciencia o a los avances científicos.
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