Snow: Para mí el texto de Snow es un reflejo de su tiempo y de su pensamiento. No he leído su primera edición de las dos culturas, pero parece que se da cuenta de que eso era algo que él creía real y parece que las reacciones a su primera edición le hicieron ver más allá. Al igual que mucha gente versada en letras parecía que el termino intelectual solo era aplicable a ellos. En el texto Snow reconoce que se ha empezado a promover lo que llama tercera cultura. Intelectuales científicos, sobre todo en Estados Unidos, no han ocultado nunca su necesidad de tener una formación transversal, que incluya lo máximo abarcable de cualquier campo, y han empezado a no temer publicar y permitir al público general acceder a conocimiento que es necesario para entender su misma existencia. Lo que sí que parece ocurrir es que poco a poco, y sobre todo desde el punto de vista de las humanidades y las artes, la tercera cultura permite acercar estas dos culturas y hacer pequeños huecos en la muralla que se había construido entre las dos, dejando fuera el conocimiento científico. Aun así, parece que Snow sigue entendiendo diferencias entre saberes, ya que considera la física como algo mucho más profundo que la biología molecular. Quizá sea más fácil llegar a un conocimiento superficial de la biología molecular pero más allá del conocimiento matemático que permite demonstrar muchas de las leyes de la física, su conocimiento superficial es igual de mundano que el de la biología molecular. Este último campo puede ser igual o más complejo que la física en sí. El autor hace ver, en mi opinión, que sigue presentando de una manera u otra una concepción de las dos culturas y lo extrapola a la tercera cultura.
Brockman: Para el segundo relato, la tercera cultura es hacer que el
público sea participe y que las ciencias dejen de ser consideradas como algo
fuera del saber, como un conocimiento menor. La tercera cultura para Brockman
parece ser la evolución desde el tiempo en que las elites intelectuales decidían
que era importante hacia que sea la sociedad que decida que es lo que le
importa. Al igual que el primero, sigue resaltando el concepto arraigado de que
los intelectuales de letras se apoderaron del término intelectualidad y que
ellos eran los únicos con la validez para publicar sus ideas y que estas
dictaran el valor del saber.
La diferencia temporal entre los dos textos quizá hace que, en mi opinión, den
visiones complementarias pero diferentes. Ambos coinciden en que el título de
intelectual es algo que las humanidades y las artes se otorgaron y vetaron a
las ciencias. Es más, el ignorante es quien no conoce a los clásicos, no
entender cuestiones científicas básicas es algo perfectamente asequible. Ambos
textos están muy centrados en la sociedad británica y mi conocimiento del tema
es tan superfluo como la lectura del material de la asignatura, pero ¿esto es
también una cuestión cultural o es un fenómeno que se ha manifestado en otras
culturas? El texto Brockman, en uno de los comentarios de los entrevistados (W.
Daniel Hillis) hace entender que la comunidad científica se suele mofar del divulgador,
pero creo que se atañe al tiempo del texto. La manera de comunicarse ha
cambiado y yo creo que la persona que consigue que un mensaje científico intricado
cale y llegue a toda la gente, tiene un gran reconocimiento dentro de la
comunidad científica, es más, es algo que todos intentamos cada vez más.
Eso si, el criterio de aristocracia intelectual esta tan arraigado dentro
de nuestra sociedad que, aunque el científico tenga acceso a esta, dentro de la
comunidad sigue habiendo ciencia cuyos practicantes creen poseer el derecho a
ser élite. En mi mismo campo, la
química, existe una visión en la que los expertos en química analítica, como es
mi caso, no aportan nada al concepto y al conocimiento general de química. Los
químicos sintéticos creer que personifican el concepto y el valor de la química
sin darse cuenta que todo pilar necesita una base y que todo conocimiento tiene
validez. Algo que a mí me gusta siempre decir es que por muy bueno que seas
crean nuevas rutas de síntesis o nuevos compuestos nunca vas a saber que son si
no hubiera un químico analítico que haya inventado o perfeccionado la
instrumentación con la que caracterizas tu compuesto. Creo que el concepto de
elite intelectual va mucho más allá de las dos culturas o la tercera cultura,
es más bien un concepto arraigado en nuestra sociedad en la que algunas
personas parece que necesitan alguna superioridad (intelectual, moral,
física...) para sentir no sabría decir el qué.
Con el paso de los años la cultura se ha convertido en algo que intenta
otorgar importancia a todos los ámbitos que tienen influencia en nuestro día a
día, ciencias y letras. Lo que sí parece que experimentamos ahora es un auge de
la ciencia, pero por la importancia que presenta está en nuestro día a día.
Esta avanza a un ritmo vertiginoso y tiene un impacto tal en nuestro día a día
que ignorarla y no querer entenderla, podría tacharse hasta de necios.
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